No le bastó con asegurar que críticas contra la gobernadora son bot’s chinos, ahora asegura que los jóvenes no tienen la capacidad ni criterio propio para una movilización de este tipo
Alexxa Carrasco
De poco o nada le sirvió al ineficiente y mentiroso vocero de la Gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, Antonio Martínez Velázquez, el craso error cometido semanas atrás, cuando en su afán de querer quedar bien con su jefa, aseguró que las críticas en su contra solo se trataban de granjas de bot´s chinos, declaración que desató una fuerte andanada de críticas y descalificativos en contra de la mandataria más votada de la historia y todo por cortesía de su coordinador de Comunicación Social.
No conforme con ello, el funcionario que aseguró que haría más público lo publicó, pero que se niega a informar los criterios sobre los cuáles gastan una millonada en supuestos convenios publicitarios, ahora se aventó la puntada de tildar a los integrantes de “Generación Z” como unos simples oportunistas políticos.
Y que desde el punto de vista del farandulero exsecretario de Cultura, ahora resulta que quienes forman parte de esta generación, ni tienen la capacidad para convocar a una marcha y mucho menos criterio para poder emprender una manifestación de esta naturaleza, aun cuando ya se han sumados los municipios de Tlaxcala y Apizaco a la manifestación del próximo 15 de noviembre.
De acuerdo con el sesudo análisis del portavoz gubernamental, “la última y desesperada jugada de la derrotada oposición mexicana ha salido a la luz. Desde la clandestinidad y la opacidad, se ha orquestado un pseudo-movimiento que convoca a una manifestación para el 15 de noviembre. Su justificación inicial es el oportunismo político más bajo: instrumentalizar el reciente asesinato del alcalde de Uruapan para dotar a su convocatoria de una fachada de legitimidad”.
No solo eso, sino que Martínez Velázquez asegura que se trata de una maniobra perversamente calculada de la oposición que busca promover movilizaciones juveniles que, emulando ejemplos como los vistos en Nepal o Madagascar, exijan la revocación de mandato de la primera mujer presidenta de México, la gobernante más popular que ha despachado en Palacio Nacional, según sus argumentos.
En pocas palabras, resulta lamentable que este personaje deje entrever que, quienes forman parte de esta generación llamada “Z”, considerados la primera generación de “nativos digitales” por su familiaridad innata con la tecnología, internet y las redes sociales desde una edad temprana, carezcan de criterio para actuar por iniciativa propia, aludiendo que se trata de un “complot” o montaje partidista que se está colgando de la iconografía centennial y una vez más, advierte que a falta de jóvenes reales con rostro e identidad, abusan de voces anónimas y de la Inteligencia Artificial, así como las famosas granjas de bot’s chinos que atacan a la gobernadora por crasos errores en la administración pública.
Lo que omite este servidor público, son los recientes hechos registrados el pasado sábado, cuando un grupo de cinco jóvenes, reales con rostro e identidad propia, realizaron a nombre de cientos de miles de tlaxcaltecas, quienes con pintas en la mal llamada “Cápsula del Tiempo” exhibieron lo que ya es un secreto a voces, el profundo malestar que persiste en contra de la mandataria más votada de la historia de Tlaxcala, a quien acusaron de tener nexos con la delincuencia organizada y exigieron la revocación inmediata de su mandato.
Y mientras el gobierno se encargó de calificar estos hechos como un acto de “vandalismo premeditado” e inició una persecución en su contra, el respaldo ciudadano no se hizo esperar a través de las redes sociales con mensajes propios y no como los comunicados repetitivos en medios consentidos (algunos de los cuales les sirven únicamente para sus “cochupos”) y vino una andanada más de críticas en contra de la mujer encargada de la administración pública.
No cabe duda que con estos funcionarios, Lorena Cuéllar Cisneros no necesita de enemigos fuera de su gobierno, pues suelen ser sus propios colaboradores los que se encargan de hundirla cada día más con sus torpes declaraciones.
