Pese al artero crimen, ninguna autoridad ha hecho algo para agilizar las investigaciones que se encuentran congeladas; es una vergüenza su inacción, opinan ciudadanos
Alexxa Crrasco
Han pasado 180 días del trágico deceso de Brenda N., la mujer del Barrio El Cristo que terminó muerta de un disparo en la cabeza por haber tenido la osadía se exigir justicia contra tres delincuentes sorprendidos en flagrancia, tiempo en el que ninguna autoridad ha tenido la decencia de brindar una explicación sobre los hechos ocurridos el pasado 26 de abril y la fiscal General de Justicia del Estado, Ernestina Carro Roldán todavía tiene la desfachatez de asegurar que tiene un 99 por ciento de eficiencia.
Aun cuando los elementos de la Dirección de Seguridad Pública fueron los directamente responsables del asesinato y estaban plenamente identificados, es el día que no existe ninguna persona detenida por este artero homicidio donde, todo parece indicar que la FGJE, solo busca proteger a la alcaldesa de San Pablo del Monte a costa de la vida de esta mujer.
Pese a que los habitantes de este Barrio todavía recuerdan la balacera que se desató derivado de la agresión a Brenda N., el responsable de su muerte pareciera tener un gran manto protector que ha evitado su detención, incluso hay quienes aseguran que sigue trabajando dentro de la corporación municipal sin el menor recato por lo que hizo.
Esta indolencia raya el cinismo de las autoridades, quienes lejos de brindar una atención a los justos reclamos de la población, optaron por asesinar a una mujer con tal de salvar a tres delincuentes que fueron sorprendidos en flagrancia y donde los policías municipales, estaban dispuestos a dar la vida con vehemencia para rescatarlos, como si se tratara de sus propios familiares, al grado de disparar en contra de los ciudadanos que ya están cansados de la elevada inseguridad que se registra en San Pablo del Monte.
Todavía un mes después de los hechos, el gobierno del Estado llevó a cabo las “Jornadas por la Paz”, donde presumieron el actuar de las dependencias gubernamentales que después de medio años, siguen siendo omisas con este asesinato.
Ya ni hablar de la presidenta municipal, Ana Lucía Arce Luna, una mujer falta de credibilidad, auto declarada como garante de la corrupción en este municipio donde admitió que trabaja teniendo a la delincuencia organizada al interior de su ayuntamiento y cuya declaración, no inmutó ni por un segundo a la fiscal, quien por enésima ocasión decidió solapar a la munícipe en lugar de iniciar una investigación.
Por razones que hasta el momento se de$conocen, la fiscal Ernestina Carro Roldán, no ha movido un solo dedo en este asunto, mientras los vecinos aún recuerdan ese trágico suceso sin que haya un solo detenido.
