Lejos de abrir el diálogo o mostrar disposición para revisar el proyecto, la edil fue contundente al señalar que la opinión de los manifestantes no le interesa.
La presidenta municipal de Tetlanohcan, Kistbey Pérez Flores, dejó claro que no tomará en cuenta la opinión de los ciudadanos, luego de minimizar y desacreditar las protestas registradas en días recientes por la reubicación de la biblioteca municipal, una decisión que ha generado molestia social.
En una rueda de prensa, la alcaldesa adoptó una postura confrontativa al reprochar y descalificar a los habitantes inconformes, a quienes tachó de ser un grupo minoritario que —según dijo— únicamente busca desestabilizar a su gobierno con señalamientos e inconformidades “inventadas”.
Lejos de abrir el diálogo o mostrar disposición para revisar el proyecto, la edil fue contundente al señalar que la opinión de los manifestantes no le interesa ni será considerada, al tiempo que afirmó que la mayoría de la población respalda su administración, aunque sin presentar elementos que lo acrediten.
Reiteró que la reubicación de la biblioteca municipal seguirá adelante, pese al rechazo ciudadano y a que se trata de un espacio cultural de uso comunitario, lo que ha sido interpretado por diversos sectores como una imposición autoritaria y una muestra de desprecio hacia la participación social.
Las declaraciones de la presidenta municipal avivaron el malestar entre habitantes del municipio, quienes acusan falta de sensibilidad, cerrazón y nula voluntad para escuchar a la población, mientras el conflicto social en Tetlanohcan continúa escalando.

