El objetivo fue cuidar a los NNA de posibles contagios; los mismos que son atraídos por la Villa donde el negocio de Rosa Elena Nava García Méndez los despoja de 500 pesos por persona y con todo el riesgo de contagios
Alexxa Carrasco
Por enésima ocasión, el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros demuestra su ambición por allegarse de recursos que no justifican su destino a través del Patronato de la Feria de Tlaxcala, cuya titular, Rosa Elena Nava García Méndez, continúan prestándose para llenarle la bolsa de dinero a unos cuantos parientes reales, a cambio de mantenerse dentro de la nómina dorada de la administración pública.
Al menos eso refleja la reciente decisión que el gobierno tomó al adelantar las vacaciones de unos 320 mil estudiantes del nivel básico y hasta medio superior en Tlaxcala, pues de acuerdo con el comunicado emitido por el titular de la Secretaría de Educación Pública en el Estado y director de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (Sepe-Uset), Homero Meneses Hernández, la recomendación fue emitida por el secretario de Salud y director general del Organismo Público Descentralizado (OPD) Salud de Tlaxcala, Rigoberto Zamudio Meneses y respaldada por la gobernadora del Estado, Lorena Cuéllar Cisneros.
El argumento, es que aun cuando no existe una emergencia sanitaria, la medida responde a un enfoque preventivo para proteger a la población escolar durante la temporada invernal y reforzar en coordinación con el sector salud la estrategia de vacunación contra la influenza, teniendo como contexto epidemiológico reciente la aparición del virus de la influenza A-H3N2 en el país.
Hasta ahí, la medida fue calificada como adecuada y acertada, pero contradictoriamente, desde el pasado domingo 14 de diciembre, el mismo gobierno del Estado echó la casa por la ventana para poner en marcha la famosa Villa Navideña, la cual, por su espectáculo, llama la atención de esos más de 320 mil estudiantes a los que les adelantaron las vacaciones y no solo en un horario matutino, sino en uno nocturno cuando las bajas temperaturas y los riesgos de contagio de virus, son potencialmente elevadas.
Y es que pareciera que al gobierno de Lorena Cuéllar le importa más mantener los ingresos que nunca son transparentados, aunque la Villa Navideña sea el lugar propicio para un foco de infección, donde miles de niñas, niños y adolescentes son atraídos junto con sus padres.
Solo para tener una idea de lo que cuesta ir a la Villa Navideña de los Cuéllar, el costo por estacionamiento es de 100 pesos, 10 pesos por persona por el ingreso, 130 pesos por subirse a los Go Karts, 20 pesos por el trenecito navideño, un juego mecánico en 70 pesos y si eso no fuera todo, pues para encajarle más el diente al bolsillo de los tlaxcaltecas, si gustas de una orden de tres mini tacos al pastor su costo es de 70 pesos, una pizza artesanal desde 110, brochetas desde 80 pesos, es decir en promedio una sola persona que solo se suba una ocasión los juegos y coma dos o tres antojitos, en promedio se gastará 500 pesos, pero quieran disfrutar de más juegos y antojitos, tendrían que desembolsar hasta mil pesos.
De este tamaño son las incongruencias y negocios del gobierno del Estado, pues como la Chimoltrufia, así como dicen una cosa dicen otra, o en el caso del gobierno, así como dice una cosa hace otra, aunque en ello valla de por medio el riesgo de contagio de los cientos de miles de estudiantes a los que asegura cuidar.
